INTRODUCCIÓN (o el Blues de un operador de VFX)
Fusion es una aplicación muy veterana dentro del mundo de los VFX; creada en 1987 como herramienta in-house de un estudio que pasó a ser comercializada una década después por Eyeon Software. Nos encontramos por lo tanto con una situación parecida a la de Resolve y Fairlight: aplicaciones con una larga trayectoria profesional pero de escasa popularidad hasta su adquisición por parte de BMD.
Yo escuché hablar de Fusion por primera vez allá por el año 2003-4, cuando dudaba entre aprender este o Shake (v2.5) como estrategia para mejorar en mis habilidades como compositor después de muchas horas con After Effects. La gran ventaja de Fusion era que por aquel entonces aceptaba los plugins nativos de AE a los que yo ya estaba acostumbrado (ya no es así) y su mayor inconveniente era que sólo corría en windows y yo ya estaba usando Final Cut, por lo que abandonar Mac se me hacía una salto difícil.
Finalmente me decanté por Shake (R.I.P) tras su compra por Apple, pensando que con ese respaldo podría estar tranquilo acerca de su continuidad (big mistake) lo cual era importante tras las horas de estudio y desesperación que me supondría aprender el misterioso paradigma de la composición nodal.
La historia resumida: Apple consideró que Shake sería muy bueno para los estudios de pospo en Hollywood pero con una interfaz fea y una curva de aprendizaje infernal para el usuario promedio de Mac, eso no vendía máquinas y tras matarlo trajo al mundo a Apple Motion. En defensa de Apple, doy fe que habiendo impartido clases de Shake el 90% de los alumnos huían despavoridos a los maternales brazos de ese Photoshop con linea de tiempo que era After Effects…
En cuanto a Fusion, durante los siguientes años, escuchaba de pequeños estudios, fuera del paradigma de las grandes empresas de VFX en España, que la utilizaban para tal serie (Los protegidos) o tal película (La piel de la tierra). El programa, si bien nunca llegó a acercarse al trono de los VFX que conquistó Nuke, tenía sus grandes apologistas en pequeños estudios y algo de concentración en ubicaciones geográficas variopintas (Rusia, India, Alemania).
Hablando con gente de esos estudios que habían adoptado Fusion en España recuerdo que me comentaban que estaban contentos con el programa pero se encontraban con tres problemas: falta de operadores, falta de prestigio/reconocimiento entre los clientes y la escasa formación que había disponible; Fusion era por lo tanto una apuesta extravagante si la comparábamos con otros programas consolidados en el mercado de aquel entonces como Combustion (R.I.P), Autodesk Smoke (R.I.P) o Quantel eQ (R.I.P).
Eventualmente seguí mis pasos como operador free-lance con un programa que parecía aunar mis tres campos de trabajo habituales: edición, color y VFX (de nuevo poder trabajar con sistema nodal, yes!!!!!) . Ese programa era Avid DS (R.I.P de nuevo y ya van….) y en su momento me parecía que era la repuesta perfecta, la navaja suiza que venía a solucionar dos problemas clásicos de la post, ya sea tanto en publicidad -mi ámbito- como en ficción.
Los dos problemas
- Debido a comentarios del cliente hay que modificar la edición de una secuencia después de haber hecho ya todo el trabajo de efectos. Esto implica re-renders, redistribuir los nuevos brutos entre los compositores y gestión de versiones del mismo plano para comparar antes y después. Un serio dolor de cabeza para todas las partes implicadas al desandar el camino ya hecho.
- Garantizar la continuidad de color en una misma secuencia cuando hay planos que vienen de brutos de cámara y en cambio otros son planos que han pasado por compo (Chroma-keying, Roto, etc..) o son directamente CGI. Esto implica que todas las pantallas del equipo estén calibradas por igual, distribución de LUTs no destructivas para que los compositores vean los cromas verdes en vez de grises y que además dispongan de una referencia sólida del color de la secuencia en la que tienen que integrar. Un pipeline de gestión de color muy complejo que si no existe nos lleva a la eterna pregunta del huevo o la gallina: ¿es mejor corregir color en los planos antes o después de la compo?
La solución de la navaja suiza
El AVID DS fue un clásico para el CONFORM/VFX/COLOR de las primeras películas y series que daban el salto al CINE DIGITAL y Davinci Resolve en su versión 16, en lo fundamental de su filosofía de trabajo y cómo soluciona los 2 problemas al integrar Fusion es básicamente su clon/ hijo adoptivo no reconocido.
No es casual que que el primer protocolo para conectar Davinci con Fusion (la opción Fusion Connect) sea una modicación del Avid Connect, el script que se usaba originariamente para conectar primero el AVID DS y luego los Media Composer con el programa de compo. También resulta lógico que algunos de los divulgadores más experimentados en la combinación Davinci-Fusion sean ex-usuarios de Avid Ds como Igor Ridanovic
Avid Ds como otras aplicaciones que cumplen un rol de navaja suiza (Autodesk Flame, Nuke Studio, Mystika) responden en la industria anglosajona al apelativo de ̈Hero Suites ̈: costosas máquinas pensadas para hacer de heroicos guardametas capaces de parar cualquier balonazo que de improviso amenace a la producción y capitanear el workow del departamento de post, siempre manejadas por operadores que puedan solucionar ellos solos cualquier contingencia, siendo buenos tanto para un roto y como un descosido asumiendo diferente roles: edición, grafismo, efectos, sonido, masterización (si lo pensáis, un poco como las pestañas que hay a día de hoy dentro de Davinci).
Avid Ds como el Autodesk Smoke u otros tantos programas que encajaban en este modelo suizo, desaparecieron por una serie de problemas básicos:
- Los montadores consideraban que la interfaz se apartaba demasiado de aquella a la que estaban acostumbrados y que tenían una innecesaria que resultaba lógica si entendemos que no sirve sólo para montar.
- Al ser un asiento muy costoso en su momento (alrededor de unos 70.000€ si la memoria no me falla), los lugares de formación eran casi inexistentes, fuera del acelerado curso que venía con la compra de máquina tampoco se podía contar con que hubiera tutoriales en internet en comparación con aplicaciones más modestas como Premiere o Vegas Video. -El aspirante a operador tenía que aprender en horas libres de una sala amigable mediante prácticas o meritoriaje, ya que no podía usarlo en su ordenador personal para practicar en casa y con ello adquirir las horas de vuelo suficientes para ganarse la licencia de piloto.
El mercado actual
No es casual que Adobe no sólo haya conectado cada vez más Premiere y After Effects, sino que su programa de edición, tras canibalizar de SpeedGrade el corrector Lumetri, cada vez parece incorporar dentro suyo más funciones típicas de compo (máscaras, tracking, cromakeying) para facilitar que muchos usuarios no tengan que llegar a saltar a un After Effects que en comparación parece recibir menos actualizaciones.
Esta dinámica que está creando super-herramientas como Blender, que tanto te permite afrontar el trabajo de 3D como editar, componer VFX o programarte un videojuego. Es la misma inercia que ha llevado a que Lustre sea discontinuado para pasar a ser una herramienta más de Autodesk Flame o lo que creo que seguramente esté dificultando la separación de categorías de productos de SGO (Mystika Ultimate -hero suite-, Mamba -VFX- y el reciente Mystika Boutique -Navaja suiza de menor coste).
¿El motivo de esta complejización de las herramientas?: demandamos cada vez más acelerar la producción de contenidos, saltándonos los tiempos y turnos que había clásicamente entre cada fase de la post; la diferencia offline/online va a desaparecer definitivamente, los tiempos asignados para la mezcla de audio, el color y los efectos son cada vez más comprimidos y desordenados.
Necesitamos hacerlo todo a la vez sin atarnos las manos, no hay tiempos para revisiones separadas de cada departamento y en el camino además se pretende eliminar los costes que pudieran suponer desandar el camino ya andado.
Necesitamos Hero-Suites para pobres….
¿Cuál es la solución de BMD ante este mercado?: Sólo hace falta echarle un ojo a la publicidad con la que BMD presenta sus productos y veremos que están constantemente haciendo hincapié en salas colindantes donde hay operadores de color, edición, efectos y sonido que trabajan EN PARALELO todos operando en un Esperanto común que es Davinci/ Fusion. Una antigua Hero- suite fraccionada en diferentes asientos/ operadores heroicos cada uno de ellos…..