Entrevista a Jaime Estrada y valoración del curso de técnicas avanzadas de montaje

 

 

 

 

 

 

El pasado mes de abril, entre los días 16 y 20, 709 Media Room organizó el curso de «Técnicas avanzadas de montaje cinematográfico». Fue impartido por Jaime Estrada, montador de cine y vídeo con experiencia en largometrajes de ficción y documental, y, además, responsable del departamento de montaje en London Film School.

La duración del curso eran 20 horas repartidas a lo largo de las cinco mañanas; sin embargo, Jaime no solo no tuvo ningún problema, sino que nos incentivó a venir todos los días media hora antes y quedarnos hasta una hora después de finalizar y aprovechar para seguir avanzando en nuestras prácticas.

Uno de los requisitos del curso era tener nociones básicas de Avid Media Composer, lo cual demostraron todos sus asistentes, pero gracias al gran conocimiento de Jaime sobre este sistema de edición, en cualquier momento nos enseñaba otras formas más rápidas y atajos para poder hacer lo que queríamos y usar el programa más eficientemente, centrándonos en la narrativa y no en el manejo de la herramienta.

El curso se dividió en tres partes regidas por las tres prácticas que realizamos. Pudiento tener la oportunidad de trabajar con materiales «brutos» del rodaje de la película «La chispa de la vida» de Alex de la Iglesia. Nada más llegar, Jaime nos proporcionó los materiales necesarios para empezar. El objetivo del curso era poder adquirir un método de trabajo desde el principio, aprender a tomar decisiones con respecto al material que tenemos y entender una serie de conceptos estéticos para poder llevar a cabo el montaje. Para aprender esto, además de la teoría, es más que necesaria la práctica, y eso fue lo que hicimos desde el principio, practicar sin parar.

Los primeros materiales que nos dieron eran en blanco y negro, sin sonido y 4:3, y en su totalidad constituían un cortometraje de ficción. Estas características nos ayudaron a poder fijarnos solamente en los encuadres, la puesta en escena y la estructura de la historia. Además, determinados planos podían llegar a confundir en algún momento, por lo que también era necesario trabajar para que en todo momento se entendiese la narración y qué estaban haciendo los personajes.

Cuando terminamos nuestro primer corte, realizamos una exposición en la que cada uno mostró su trabajo y Jaime dio unas pautas generales y consejos para mejorarlo. Así, cuando conseguimos tener un corte con el que estábamos satisfechos, él se sentaba al lado de cada uno y comentaba la práctica de una forma más personal.

La segunda práctica consistía en dos escenas de un cortometraje rodado con un estilo muy personal que había que conseguir captar en el montaje, intentando que no se quedasen tiempos muertos. Además, en una secuencia se trataba la preparación de un estado del personaje para llegar a la segunda secuencia, que era la que finalizaba el cortometraje.

Jaime nos aconsejaba que apoyásemos nuestro montaje con algunos sonidos o incluso creando efectos si esto nos ayudaba a generar la sensación que queríamos para estas dos secuencias.

Durante los dos últimos días nos dedicamos a la última práctica. Al igual que para el resto, se nos facilitó un guión, aunque esta vez pudimos elegir entre varias secuencias de la película La Chispa de la Vida del director Alex de la Iglesia. Debido al tipo de producción que era, había muchas más posibilidades que nos obligaron a tomar una serie de decisiones rápidamente para poder acabar en el tiempo establecido.

Aunque había varias secuencias de diferentes tipos (con diálogo, acción, en las que se podía ir más hacia un género), prácticamente todos elegimos la misma, probablemente debido a su complejidad y a la dificultad para poder trabajar en una secuencia así habitualmente. Sin embargo, cada uno la enfocó de una forma particular y jugó con distintos elementos para enfatizar la puesta en escena o los tipos de plano.

Para esta última práctica tuvimos la ayuda de Jaime en todo momento, ya que se sentó mesa por mesa para ayudarnos en nuestros problemas y preguntarnos cuál era nuestra visión de la escena.

Al finalizar, elegimos una práctica para exponerla y se hicieron comentarios tanto por parte de Jaime como por el resto de los asistentes.

En el tiempo de las exportaciones Jaime aprovechó para explicar parte de la teoría para poder tener en cuenta determinados encuadres, o realizar flashbacks o elipsis sin la necesidad de recurrir a cambios de color o a las transiciones típicas; utilizando ejemplos de películas para ello.

Uno de los aspectos más interesantes del curso es tener la oportunidad de practicar con materiales muy diferentes y, además, que sean valorados corte a corte por un profesional con una gran experiencia, de una forma totalmente personal. Por eso, creo que este es un curso totalmente necesario si se quiere profundizar en técnicas narrativas de montaje, ya que no sólo consiste en saber manejar un sistema como Avid o Final Cut y conocer unos cuantos códecs; también, y principalmente, hay que tener en cuenta muchas cuestiones narrativas que nos ayudan a que la historia avance.

Aquí tenéis una entrevista a Jaime Estrada en la que nos cuenta su visión sobre el curso.

 

 

 

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