En las dos partes anteriores hemos hecho un repaso a las bases del estándar DCI y a sus principales características.
Así, en la parte II del tutorial hemos visto las características principales de un DCP sin encriptar y los distintos elementos que lo integran: los MXF de vídeo y audio (essence media) y los ficheros de metadata; Volindex, Assetmap, CPL y Packing List. Pero, como comentamos al principio del tutorial, una de las prioridades de las majors al crear la norma DCI era la seguridad anti-copia y la prevención de la piratería, dado que estamos hablando de un máster digital de alta calidad fácilmente reproducible y copiable.
Con el fin de asegurar los contenidos se decidió usar un sistema de encriptación de los contenidos de media ( los MXF de audio y vídeo), dejando como medida de seguridad de los ficheros XML de metadata el Packing List, con una comprobación hash que comentamos anteriormente.
Estos contenidos de media en MXF se encriptan usando un algoritmo de encriptación AES de 128 bits. AES (Advanced Encryption Standard) es un estándar de encriptación de alta seguridad y que, a día de hoy, no ha podido ser desencriptado. Para hacerse una idea de su seguridad, basta recordar que fue desarrollado por encargo del gobierno de los USA, que lo ha adoptado para encriptar su información clasificada.
Así pues, los mismos paquetes MXF encriptados se mandan a los cines,pero, ¿Cómo los desencriptan los cines? Ahí entra en escena el último fichero XML que integra el DCP, el KDM o Key Delivery Message.
Para explicar que es un KDM primero debemos explicar un par de conceptos. Todos los servidores de cine digital que cumplen con la norma DCI (prácticamente todos los existentes en los cines), llevan grabada una llave privada (Private Key) de software en una memoria interna que no es accesible ni reprogramable por nadie ajeno al fabricante. Así mismo, el fabricante proporciona al dueño del servidor una llave pública (Public Key) que es también única para cada servidor.
¿Qué es entonces el KDM y cómo se genera? El KDM es un fichero XML encriptado mediante otro estándar de encriptación, RSA. Así, usando el public Key correspondiente a cada cine, se genera un KDM para cada uno de ellos en el que va incluída y encriptada la clave de desencriptación AES del contenido de media, de los MXF. Este KDM es único para cada servidor y sólo puede ser abierto por el servidor que tiene la Private Key correspondiente con la Public Key usada para crear dicho KDM.
En el KDM se incluye así mismo metadata sobre los días que se ha contratado el pase de la película y la clasificación por edades, entre otras informaciones, y un certificado de firma (Signing Certificate) generado por el sistema creador del DCP con información sobre la empresa y sistema con los que se ha creado el DCP, día de creación, etc… Este Signing Certificate es encriptado también mediante RSA y está relacionado con la Private Key del sistema usado para generar el DCP.
Como prueba de la importancia que tiene esta encriptación comentar que, incluso entre las diferentes oficinas de multinacionales del sector, es habitual mandarse las películas como DCPs encriptados, con un KDM específico para los sistemas que generaran un nuevo DCP con los cambios correspondientes a las versiones locales.
Por otro lado, es posible que el DCP incluya otros ficheros y subcarpetas, los más usuales son los Supplemental DCPs y los subtítulos.
Los Supplemental DCPs surgen como una manera de simplificar y abaratar la generación de versiones nacionales de las películas, incluyendo o quitando escenas, letreros, pistas de audio, etc…. En la práctica no son más que subcarpetas que incluyen un «mini DCP» con los elementos de audio, vídeo y/o subtítulos que queremos insertar o cambiar en un DCP existente. Incluye, como es lógico, una nueva lista de reproducción (CPL) en la que se indica al reproductor que contenidos debe reproducir en cada momento. Los nuevos contenidos se generan como bobinas (reels) adicionales, como una EDL con insertos de vídeo y/o audio.
Respecto a los subtítulos son también ficheros XML con un formateo especial. se debe crear un fichero XML por cada bobina y deben seguir una convención de nombres muy rigurosa. Así mismo, se debe incluir en el subdirectorio en el que se encuentra el fichero XML el fichero con la fuente tipográfica que se va a usar en formato .TTF o, si se usan imágenes, los ficheros .PNG correspondientes a todos los subtítulos. En el caso de DCPs estereoscópicos es posible jugar también con la profundidad del subtítulo con respecto a la imagen, con el fin de darle mayor o menor profundidad.
Con esto concluímos esta tercera parte del tutorial, en la próxima haremos un recorrido por los programas más habituales para la creación y chequeo de DCPs, así como por algunos vínculos de interés.