Con este tutorial comenzamos una serie de unos cuantos trucos para editar de forma más eficiente, basándonos en el trabajo de cada uno, no en la herramienta.
Los editores siempre estamos preguntándonos cómo podríamos avanzar en menos tiempo; aprendemos el manejo de una herramienta, o de unas cuantas, y decidimos quedarnos con un sistema de edición; memorizamos sus atajos de teclado y creamos los nuestros propios; pero hay veces que la solución no está en el software, sino en la forma en la que nosotros estamos trabajando.
El primer “truco” o, mejor dicho, consejo para ser más eficientes y poder cumplir los plazos que nos marcan consiste en SER ORGANIZADOS.
Desde que somos pequeños hemos escuchado una y otra vez que “cada cosa en su sitio, y un sitio para cada cosa”. Pues esto mismo es lo que tenemos que conseguir tener, y sobretodo conservar, en nuestro proyecto. Así, conseguiremos mantener la concentración en la secuencia que estemos montando, y no estar constantemente realizando búsquedas.
Esta imagen es cómo aparece un proyecto según lo creamos en Avid Media Composer. Como podéis ver, se crea un bin por defecto, obligándonos a tener todo colocado, al menos, dentro de este.
En Final Cut Pro (7) no sucede esto, sino que podemos importar los archivos sin crear bins (lo que se crea por defecto es una secuencia).
Estemos en un sistema o en otro, creo que este es el primer paso que hay que dar, tener un primer bin. Ahora, lo que deberemos hacer es crear más bins, y carpetas, nombrarlos y llenarlos adecuadamente. La mejor manera de hacerlo es seguir un estándar y utilizarlo en todos nuestros proyectos.
Pongamos un ejemplo de estructura de trabajo:
1. El material que nos llega de rodaje (dailies o brutos, material sin editar al fin y al cabo) es el que deberemos colocar en primer lugar. Una manera de hacerlo es por día de rodaje y fuente original (tarjeta o cinta). Para ello, creamos una carpeta que se llamará BRUTOS DE IMAGEN, y contendrá varios bins que corresponden a cada uno de los días de rodaje y las tarjetas (o cintas) en el caso de que se haya utilizado más de una.
2. Normalmente el sonido se graba por separado, por lo que uno de los procesos que tendremos que realizar será el de sincronización. Antes que nada, creamos otra carpeta que se llame BRUTOS DE SONIDO, y metemos dentro los clips de sonido originales.
3. Para ir sincronizando el audio y el vídeo se suele crear un bin “temporal” (SINCRO) en el que vamos metiendo y sacando los archivos correspondientes. Esto nos ayuda a no mezclarlos y a tenerlos controlados en todo momento.
4. Una vez sincronizados, los pasaremos a una carpeta de SECUENCIAS SINCRONIZADAS, en la que tendremos varios bins nombrados por el número de secuencia: SEC 01, SEC 02, SEC 03, ….. , SEC 17.
Estos clips sincronizados son con los que empezaremos a editar.
Igual que en un rodaje no suelen seguir el orden cronológico, sino que ruedan en función de sus necesidades, en montaje podemos hacer lo mismo. No empezamos a editar toda la historia desde el comienzo, sino que vamos trabajando por secuencias (o bloques si no las tiene, como en un documental o videoclip, por ejemplo). Podemos crear otra carpeta para el MONTAJE DE SECUENCIAS por separado.
5. Por último, tendremos nuestra carpeta de MONTAJES FINALES, en el que incluiremos varias secuencias ya unidas, o todas ellas.
6. ¿Y qué pasa con todo lo que no es audio y vídeo del rodaje? Pues podemos crear otra carpeta más nombrada como VARIOS, en la que tendremos los bins de MUSICA, FOTOS, EFECTOS, TÍTULOS, etc.
Aquí tenéis un ejemplo en Media Composer y Final Cut Pro 7.
Es posible que a vuestro proyecto no le vaya bien esta manera de organizarse; pues podéis crear una propia, teniendo en cuenta por ejemplo las localizaciones, actores, secuencias, etc. pero es bueno mantenerla a lo largo de todo el proyecto.
Si hay algún clip que no sepáis dónde colocar, que no tengáis claro si va en este bin o en este otro, os aconsejo que hagáis copias y lo pongáis en ambos. Así, cuando queráis encontrarlo será más fácil.
Una vez hecho esto, todo será más sencillo y fluido, y tendremos más tiempo para crear, ¡que para eso somos artistas y no sólo técnicos! 🙂