Nuevo Curso Fairlight DaVinci Resolve

Desde la versión 14 de Da Vinci Resolve, está disponible dentro de él una nueva pestaña de trabajo de edición, postproducción y mezcla de sonido: Fairlight. En sí mismo es un programa completo y sin restricciones para montar un DAW (Digital Audio Workstation) si se le acompaña de una tarjeta de sonido externa o una mesa de mezclas/controladora.

Disponible tanto en la versión ‘lite’ como en la ‘Studio’, constituye sin lugar a dudas la mejor opción gratuita, multiplataforma (Windows, Linux, Mac) y multipista para la edición y postproducción de sonido en entornos profesionales de producción audiovisual. Otros programas alternativos como Reaper o Pro Tools First, ofrecen soluciones menos profesionales de pago o escenarios con una curva de aprendizaje mayor fuera del entorno de vídeo y obligados a estar conectados a Internet con un usuario validado, respectivamente.

Su gran ventaja competitiva es obvia: integrado dentro de Da Vinci, ofrece una interacción entre las pestañas de edición de vídeo y audio y corrección de color. Sin necesidad de exportaciones o fases intermedias de conformado. En otras palabras, lo que se edita en la pestaña de Da Vinci, aparece reflejado inmediatamente en la interfaz de Fairlight y viceversa. Solamente por evitarnos la preparación de una sesión exclusiva para la exportación de archivos OMF/AAF/XML para el sonidista y olvidarnos de tirar un render especial con el formato de video que nos pidan, ya es una ventaja competitiva a tener en cuenta.

Sin una tarjeta externa aceleradora, Fairlight puede trabajar hasta en entornos de mezcla en formatos 7.1 y con dicha interfaz hasta en 22.2. Es decir, está preparado para los actuales formatos de sonido multicanal e incluso con capacidades de sonido inmersivo (Dolby Atmos y DTS X). Y con un número de pistas/buses más que suficiente para sesiones de trabajo complejas (hasta 1.000 pistas con la tarjeta aceleradora).

Su mezclador es muy parecido a cualquiera de las soluciones más potentes de la actualidad (Nuendo de Steinberg o Pro Tools de AVID) si bien se echan en falta ciertas capacidades, como poder clonar los FX/insertos de un canal a otro o cambiar el tamaño y la disposición de los vúmetros, inmóviles en una pestaña y de tamaño muy pequeño (sobre todo en entornos 5.1 o superiores)

El trabajo con plugins externos VST es óptimo y funciona tanto en clips como en pistas (simultáneamente y hasta 6 FX en cada sitio). Aun arrastra algunas limitaciones: solo funciona con VST v2 y de arquitectura en 64 bits. Y la realidad es que en las versiones probadas (Resolve v14.1 y .2) los VST se comportan mejor en la versión Studio.

La sección de ecualización y dinámicas ofrecen soluciones muy efectivas con filtros predefinidos habituales para la producción audiovisual (compresores, expansores, puertas de ruido, filtros paso altos y bajos etc); envíos a efectos y canales auxiliares en cualquier formato mono, estéreo, 5.1, 7.1, canal LFE (low frecuency effect) etc.

En resumen, podemos decir que Fairlight (y sus constantes actualizaciones de mejora) constituye a día de hoy la opción profesional gratuita más potente del mercado para la edición de sonido profesional.

Sergio Marquez

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